Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 29, 26-35

26 Cuando ocuparon su sitio los levitas con los instrumentos de
David, y los sacerdotes con las trompetas,

27 mandó Ezequías ofrecer el holocausto sobre el altar. Y al comenzar
el holocausto, comenzaron también los cantos de Yahveh, al son de las
trompetas y con el acompañamiento de los instrumentos de David, rey de
Israel.

28 Toda la asamblea estaba postrada, se cantaban cánticos y las
trompetas sonaban. Todo ello duró hasta que fue consumido el holocausto.

29 Consumido el holocausto, el rey y todos los presentes doblaron las
rodillas y se postraron.

30 Después, el rey Ezequías y los jefes mandaron a los levitas que
alabasen a Yahveh con las palabras de David y del vidente Asaf; y
ellos
cantaron alabanzas hasta la exaltación, e inclinándose, adoraron.

31 Después tomó Ezequías la palabra y dijo: «Ahora estáis
enteramente consagrados a Yahveh; acercaos y ofreced víctimas y
sacrificios de alabanza en la Casa de Yahveh.» Y la asamblea trajo
sacrificios en acción de gracias, y los de corazón generoso, también
holocaustos.

32 El número de los holocaustos ofrecidos por la asamblea fue de
setenta bueyes; cien carneros y doscientos corderos; todos
ellos en
holocausto a Yahveh.

33 Se consagraron también seiscientos bueyes y 3.000 ovejas.

34 Pero como los sacerdotes eran pocos y no bastaban para desollar
todos estos holocaustos, les ayudaron sus hermanos los levitas, hasta que
terminaron la labor, y los sacerdotes se santificaron, pues los levitas estaban
más dispuestos que los sacerdotes para santificarse.

35 Hubo, además, muchos holocaustos de grasa de los sacrificios de
comunión y libaciones para el holocausto. Así quedó restablecido el culto
de la Casa de Yahveh.